martes, 29 de septiembre de 2009

El comercio sexual


El 63% de niños, niñas y adolescentes, sexualmente explotados en Lima, provienen de provincias
Fue reclutado por amistades· Último estudio de la OIT en Perú revela que este delito se viene incrementando en el país bajo nuevas modalidades
Lima se sigue presentando como el principal foco de comercio sexual infantil
LIMA - Perú, 12 FEB. (PRESSPERU) El 63% de las niños, niñas y adolescentes (NNA), víctimas de Explotación Sexual Comercial (ESC) participantes del estudio en Lima, provienen del interior del país y llegaron a dicha situación luego de ser traídos a la capital por algún familiar, quedando en grave situación de vulnerabilidad que facilita este tipo de explotación.

Esta alarmante realidad se repite en otras ciudades, en las que NNA del interior del país llegan a Lima para trabajar y ayudar a sus familias, aunque a menudo obligados por ellos, y terminan siendo víctimas de explotación sexual.

Así lo revela la publicación “Imperdonable. Estudio sobre la explotación sexual comercial de la infancia y la adolescencia en Perú: Cajamarca, Cusco, Iquitos y Lima”, realizado por la ONG Vía Libre, auspiciada por el proyecto Tejiendo Redes contra la explotación de niños, niñas y adolescentes de la OIT-IPEC, que proporciona valiosa información y evidencia una crítica situación ante la cual es urgente plantear acciones concretas para enfrentar y erradicar el problema.

El estudio, en el que se entrevistó a 167 NNA, también señala que la cuarta parte de las víctimas fueron iniciadas sexualmente entre los 12 y 13 años de edad, mientras que el 60% entre los 14 y 15 años.Un 35% de los entrevistados en Lima admitió haber sido víctima de violación, en la mayoría de los casos por un familiar o amigo de la familia, como episodio anterior a la situación de explotación sexual.

Además de violencia sexual, las víctimas sufren otros tipos de maltratos: sometimiento a condiciones de pobreza extrema, expulsión escolar, embarazos a temprana edad, drogadicción, negligencia o abandono de familiares, violencia sicológica, física y sexual y la intervención poco efectiva de diversas instituciones.

En todo el país, NNA de escasos recursos son empleados en bares, picanterías, “chicherías”, “tragotecas”, discotecas y hostales, en donde se producen estos abusos. En el Cusco, por ejemplo, chicas “jaladoras” de locales de comidas y bebidas, son obligadas a ofrecer servicios sexuales. Otras modalidades de ESCI son las de los “bricheros” y “bricheras”, adolescentes que se ofrecen a los turistas como pareja durante su estadía, además del comercio sexual en “chicherías”, denominado “chicha con punta”, “ccapi” (tocamientos) y pornografía infantil.

Asimismo, el estudio pone en evidencia la indiferencia del público entrevistado sobre dicho problema; muchos consideran a las víctimas como “responsables” de esta situación, argumentando que ellas se ofrecen o eligen este tipo de vida. Muchos adultos conocen esta realidad en sus comunidades pero manifiestan una tolerancia cómplice ante ella al afirmar que desconocen la necesidad de denunciar tales delitos ante las autoridades.

La investigación indica que los clientes explotadores son personas “comunes y corrientes”, usuarios de “servicios sexuales” remunerados que justifican su accionar en un lenguaje de doble moral con intensa carga machista. Así, un “cliente” de 35 años, con estudios superiores, al ser entrevistado justifica: “A una chibola la puedes amoldar, le propones y ella dispone, no como una vieja que sabe las reglas... A una chibola tú le hablas y se puede llegar a sexo placentero sin mucha tarifa”.

El estudio de la OIT-IPEC fue realizado entre los años 2004 y 2005 para generar información cualitativa sobre la explotación sexual comercial de menores de edad. Es uno de los primeros abordajes de este problema hecho a partir de los propios involucrados: víctimas, clientes y sociedad.

Sobre la base a sus resultados, la OIT ha venido ejecutando desde el 2004 el Proyecto Tejiendo Redes contra la explotación de niños, niñas y adolescentes, con el objetivo de diseñar e implementar modelos de prevención e intervención, retirando a personas menores de edad en situación de explotación sexual comercial en Cusco, Iquitos y Lima.

Esta publicación cobra vigencia porque en los últimos años se ha evidenciado el incremento y la diversificación de prácticas de ESC, que incluye la detección de redes delictivas de trata de NNA con fines de explotación sexual. Asimismo adquiere una validez actual debido a la inicial inclusión del tema en la agenda pública y sectorial del país, requiriéndose información que permita una adecuada toma de decisiones y definición de políticas. pressperu

El 69% de niños víctimas de explotación sexual fue reclutado por amistades

IMPUNE CENTRO DE EXPLOTACIÓN. Este club nocturno ubicado en la Panamericana Norte, frente a Metro de Independencia, ha sido identificado por la OIT y la ONG Vía Libre como un centro de explotación sexual de menores de edad. Aun así, sigue funcionando como si nada pasara. (Foto: Giancarlo Shibayama)

Elizabeth Salazar Vega 11 FEB. LIMA Los que hasta los años 60 y 70 fueran majestuosos cines y salas de teatro, como el Colmena, Tauro y Le París, ahora son ambientes acondicionados para que niños y adolescentes varones de entre 13 y 17 años se prostituyan, obligados por sus explotadores o por no tener dinero, casa, ni familia en Lima que los apoye. Y es que el 63% de los niños y adolescentes que actualmente son víctimas de explotación sexual en la capital provienen del interior del país y fueron traídos por sus padres o un familiar. La situación de vulnerabilidad en que quedaron esos menores al llegar a un lugar inhóspito los hizo blanco fácil de mafias de explotación.

Así lo revela el reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), denominado "Imperdonable", en el que se recoge las experiencias de 167 menores (de 13 a 17 años) que actualmente son víctimas de este delito en Lima, Cusco, Cajamarca e Iquitos. El informe señala que la búsqueda de trabajo fue la principal causa de migración (32%) y confirma que Lima sigue siendo el principal foco de explotación sexual.

"El problema se viene incrementando en nuestro país bajo nuevas modalidades. En la capital se dan todas las formas de explotación sexual, como prostitución, bailes nocturnos y otros", señala Liliana Vega, representante de la OIT en nuestro país.

Según el informe, los menores inmersos en este problema no son conscientes de su explotación y consideran que es un trabajo más. Sin embargo, el 69% de ellos señala que ingresaron a ese ambiente porque fueron reclutados por amigos o gente que se hizo pasar como tales al verlos vulnerables. Otros fueron engañados por avisos en los periódicos o cuando trabajaban en un bar, hostal o restaurante.

La OIT ha identificado 16 calles y avenidas en el Cercado de Lima y La Victoria donde se ejerce la prostitución infantil a vista y paciencia de las autoridades. Por ejemplo, en zonas como las avenidas Iquitos (La Victoria), Los Héroes (San Juan de Miraflores) y en la Panamericana Norte (Independencia), jóvenes menores de edad se exhiben a vista y paciencia de los serenos. Eso sí , bajo la vigilancia de los 'cafichos' que las observan desde la vereda opuesta, o las 'mamis', que pasean con los bebes de las jóvenes, para no despertar sospechas. En los jirones Zepita, Dávalos y Colmena los explotadores trabajan con los menores en casas o clubes nocturnos. No se exhiben en la calle.

Nuevas modalidades

Iquitos, Cusco y Cajamarca reciben un alto índice de turistas, muchos de los cuales llegan para satisfacer sus instintos sexuales con menores de edad que ellos consideran exóticas, es decir, el aberrante turismo sexual. El estudio remarca que la existencia de asentamientos mineros en Cajamarca y las provincias de Sicuani y Espinar (Cusco) promueve la explotación sexual. Es más, las menores que fueron entrevistadas para el estudio señalan que los dueños de los clubes nocturnos, son los propios mineros.

Asimismo, se ha detectado un incremento de comercio sexual en hoteles de cinco estrellas, discotecas, cantinas y restaurantes. La modalidad es captarlas como 'jaladoras' los fines de semana o en temporada de vacaciones. Las jóvenes, de 13 a 15 años, son contratadas aduciendo que su labor solo es motivar el consumo de bebidas en los clientes.

Ellas reciben cinco soles por cada jarra de licor vendida y otro monto igual por quedarse con ellos tomando. Generalmente terminan ebrias. Si se dejan tocar ganan diez soles más. Una vez que ingresan a este círculo les es difícil salir, pues el empleador les inventa deudas, las humilla y las incita a dar el siguiente paso: prostituirse por 70 soles más. Si no quieren, son forzadas. Luego, al sentirse vejadas, consideran que no tienen otro camino que entrar definitivamente en este círculo.

En esos departamentos se ha detectado 73 clubes nocturnos y 30 'chicherías' (lugar de venta de chicha de jora con área de baile) sin licencia municipal, que funcionan como fachada de centros de explotación sexual de menores. ¿Dónde están las autoridades municipales?

Cada año, el Departamento de Estado de EE.UU. publica un informe en el que analiza la situación de la trata de personas en el mundo. Según el informe del 2006, se analizó los esfuerzos del Gobierno Peruano y se lo ubicó en la categoría 2 (de las tres que existen), por no haber cumplido con los estándares mínimos para la eliminación de ese delito.

No hay información precisa del número global de víctimas, debido al carácter ilegal, semiclandestino y la ausencia de un sistema de registro. El Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes), ha estimado que unos 9.600 menores son víctimas en el ámbito nacional, pero diversas ONG han señalado cifras más distantes. Otro factor que ha hecho invisible el problema es la lamentable tolerancia de la población. Según el informe de la OIT, el 37% de hombres no haría nada si se entera que otro adulto paga por tener relaciones sexuales con un menor.

NO IMPORTA LA CLASE SOCIAL

Este delito no es exclusivo de las clases pobres o de quienes tienen menor nivel educativo. Los reportes que maneja la División de Trata de la Policía Nacional señalan que algunas víctimas que fueron rescatadas de mafias que iban a trasladarlas con fines de explotación sexual son muchachas con estudios secundarios, carreras técnicas o trabajo remunerado. Estas fueron engañadas con el pretexto de acceder a una agencia de modelaje o son seducidas vía Internet para salir al extranjero.


Uno de los últimos casos que fue visto el año pasado en el Instituto de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi fue el de una joven de 16 años, del sector medio alto, que fue engañada vía Internet por un sujeto que le ofreció menos control familiar, paseos, ropa, regalos y afecto. Basta un par de datos brindados por el chat para que el explotador consiguiera hasta su número telefónico. Luego vino el acoso y las amenazas de muerte a su familia con tal de que accediera a someterse sexualmente.


"Las jóvenes que son rescatadas de ese mundo presentan traumas, no duermen tranquilas y desconfían de todo. Los tres primeros meses son fundamentales para el tratamiento y se requiere el apoyo de la familia", explica el psiquiatra Freddy Vásquez. Si la menor tiene una familia sin valores, o padres violentos, es probable que considere regresar al comercio sexual, pues el explotador las vuelve dependientes. "La comunicación y preocupación de la familia por lo que hacen nuestros hijos es básica para lamentar historias como estas", agregó Vásquez.


LAS CIFRAS
5.570
denuncias por desaparición de personas se ha reportado en los últimos tres años, según el Cidett. El 35% se refiere a menores de edad y apenas tres mil casos han sido resueltos. Las niñas desaparecen más que los varones, con una diferencia del 12%.

52,7%
de menores que fueron entrevistados por la OIT (como parte del proyecto Tejiendo Redes y apoyados por Vía Libre) no culminó la educación secundaria.

8
de cada diez casos de violación sexual tienen al abusador en el entorno familiar. Esta experiencia puede marcar el ingreso de las menores a la explotación sexual.

70%
de infantes y adolescentes víctimas de explotación sexual intentó suicidarse alguna vez, según reportes de la ONG Acción por los Niños.

1.000
llamadas en promedio recibe al mes la línea 0800-23232 para atender las denuncias y consultas referidas a la trata de personas. La línea la maneja el Ministerio del Interior.